ANÁLISIS DE LAS CAUSAS DE PÉRDIDA DE COMPETITIVIDAD ESPAÑOLA

España empieza a sufrir los efectos de una pérdida de competitividad. Efectos que se están traduciendo en hechos concretos a tener en cuenta.

Analicemos algunos de ellos:

• La INFLACIÓN se ha convertido en un desequilibrio macroeconómico profundamente preocupante para España. Como ya dijimos en el post anterior: los precios suben en España sensiblemente más que en la eurozona y el resto de la UE.

En 2007, de enero a diciembre, la inflación acumuló un aumento del 4,2%.

Por grupos, los que destacan por haber experimentado las mayores subidas o bajadas en sus tasas anuales son los siguientes :

1. Transporte, cuya tasa anual aumenta , debido en su mayor parte a la subida de precios de los carburantes y lubricantes.
2. Los alimentos (leche, aceites y frutas fresca) que aumenta su tasa anual del 6,3% en el mes de noviembre al 6,6% en diciembre.
3. Por otro lado, las bebidas alcohólicas y el tabaco, que disminuye su tasa anual.
   

Los índices de precios han comenzado a elevarse, principalmente, por el aumento de los costes industriales y de materias primas.

Las perspectivas de evolución de la inflación española no son optimistas, porque ninguno de los factores causales tiene indicios de ser corregidos. Ya que no es previsible una evolución positiva del precio del petróleo. (El shock de oferta petrolífero ha tenido y tiene efectos alcistas sobre los precios, pero es incompeto para explicar por sí solo el incremento de la inflación).

"La consecuencia más evidente de una elevada tasa de inflación que se traduzca en un incremento del diferencial de inflación con los socios comerciales es la acumulación de pérdida de competitividad de la producción nacional”.

• La desaceleración de la productividad en el último año, unida a la persistencia de crecimientos en los costes laborales claramente superiores a los de otros países competidores.
  

• La deslocalización "outsourcing" : es el progresivo abandono de nuestro suelo de compañías multinacionales que, en las últimas décadas, han hecho una gran aportación a la economía española.

Este fenómeno puede acelerarse con el inminente ingreso en la Unión Europea de nuevos países que operan con menores costes y que, además, están ansiosos de progresar, dispuestos a atraer a cualquier precio una inversión extranjera como factor clave en su carrera hacia el desarrollo.

España no está en disposición de competir en costes laborales. La industria española no puede competir con otras localizaciones en materia de costes laborales. También es cierto que las bazas de España para combatir este fenómeno son: la dotación de capital humano y físico y la diversificación y diferenciación de la producción.

Los sectores que tienen más riesgo de deslocalización son la industria textil, la juguetera, el calzado y la de componentes electrónicos.

Ejemplo de deslocalización empresarial en nuestro país ha sido la empresa de informática Hewlett Packard. En este caso, la empresa de informática Hewlett Packard se trasladó a Singapur en donde los costes laborales son menores.

La política económica puede revertir la tendencia a la deslocalización o al menos mitigar sus efectos. Además, las políticas más importantes para combatir esta situación son las de fomento de las tecnologías y la innovación, la formación y la reforma del mercado laboral.